Voy a contar un poco quien es Stefania Sandrelli, la primera musa de Tinto Brass en La Chiave (1983).
A los 15 años gana un concurso de belleza organizado en su ciudad natal con una serie de fotografías tomadas en la playa, en 1961 debuta en cine con un papel secundario en “Il federale” de Luciano Salce y Pietro Germi le ofrece el personaje de Angela en “Divorcio a la italiana (Divorzio all’italiana)”. En esta primera fase de su carrera afina su imagen de mujer joven que oscila entre la ingenuidad y la malicia. Lo vemos sobre todo en “Seducida y abandonada (Sedotta e abbandonata)” (1964), amarga comedia de Pietro Germi ambientada en Sicilia, mientras que en “Yo la conocía bien (Io la conoscevo bene)” (1965) de Antonio Pietrangeli Stefania nos brinda una prueba de dolorosa intensidad con su genial interpretación de Adriana Astarelli, una joven destinada a "quemarse" en la búsqueda espasmódica del éxito.
De aquí en adelante se suceden varias películas interesantes aunque no memorables, entre las que recordamos “L’immorale” de Pietro Germi (1967), dos años más tarde, “L’amante di Gramigna” de Carlo Lizzani, y por sobre todas las cosas, “El conformista” (1970) de Bernardo Bertolucci, en la que interpreta a Giulia, la mujer del protagonista; “Una mujer y tres hombres (C’eravamo tanto amati)” (1974) de Ettore Scola en la que recordamos la figura atormentada de Luciana, y “La terraza (La terrazza)” (1979), también de Scola.
Al producirse un punto muerto profesional Stefania se inclina hacia el cine erótico: esta intuición se demuestra ganadora en películas de éxito como “La chiave” (1983) de Tinto Brass, gracias a la que reconquista la notoriedad, “Una donna allo specchio” (1984) de P. Quaregna; y “L’attenzione” (1985) de Giovanni Soldati), desde el que vira hacia personajes más sensibles pero igualmente acertados como los de “Speriamo che sia femmina” (1986) de Monicelli, la matrona omnipresente de “La familia (La famiglia)” (1987) de Scola y la madre dulcísima de “Mignon è partita” (1988) de Francesca Archibugi.
A través de los años no ha dejado de ser una de las figuras femeninas más dúctiles y mejor dotadas del cine italiano de las últimas décadas.
La Chiave es la obra maestra erótica por excelencia de Tinto Brass.
El guión del mismo Brass adapta la novela del gran escritor japonés Junichiro Tanizaki, que a su vez ya había sido adaptado al cine en 1959 de la mano de Kon Ichikawa. Y sí, la película japonesa es extraordinaria y no tiene ni punto de comparación con esta... Pero qué quieren que les diga, yo me quedo con las carnes desbordantes de la Stefania Sandrelli, los toques de picaresca italiana, sus ingenuas pretensiones sociales y artísticas, y sus aciertos, que en este caso no son pocos y que se centran en la pareja protagónica y la relación erótica que desarrollan con buenos tiempos y actuaciones dignas, más allá de las capas de doblaje a las que se somete el film por las nacionalidades diversas de sus actores y por la copia doblada que en este caso estamos ofreciendo.
Nuevamente tenemos un recorrido por las obsesiones fílmicas del italiano, la exuberancia femenina, los espejos, la infidelidad, los celos como fuente de excitación... Y como no podía faltar, momentos en que la protagonista se levanta las faldas para orinar.
Comentario de SerCine (Colombia)
El film “La Llave” producida por Tinto Brass y basada en la novela "Kagi" del escritor japonés Junichirô Tanizaki, plantea la trama del juego erótico de una pareja madura, Teresa y Nino, inmersos en la Italia de comienzos del fascismo y los días anteriores a la guerra, en el ambiente de la gran sociedad que rodea al Duce. En este juego participan de manera complementaria y accidental la hija de estos y su novio; pero ambos resultarán implicados en los vaivenes y circunstancias de esta experiencia erótica.
Es el juego de intimidades en conflicto, en que cada actor asume su papel para producir este drama matizado de cierto silencio, de angustia y de pasión tormentosa. Pasión desquiciada, pero que emerge a través de planos y secuencias que alejan a la historia de la pueril y lo grotesco. Ambiente oscuro propio de la intimidad y de lo erótico, colores rojos, luces potentes en las escenas que buscan destacar el cuerpo desnudo de Teresa o con un traje que se levanta y le descubre en forma fugaz, o de su esposo o su amante. Es interesante el proceso que sufre Teresa a través de la cinta: una mujer en principio con un gran recato por su desnudez y un esposo que busca su cuerpo desnudo con avidez, ella irá dejando a un lado su recato y su pasión se extenderá más allá de su pareja y a su vez su esposo encontrará en esta situación un medio para satisfacer su desbordada y extraña pasión.
Los diarios son otro elemento interesante de la trama pues en ellos cada uno revela sus secretos, con la intención de que el otro los conozca, hablar a través de estos de lo que no se atreven a decir: su lectura por parte de los personajes en momentos ubicados con cierta regularidad va haciendo que se produzca el suspenso, van descubriendo su vida ante el otro, allí la hija entrará como lectora insólita de estos diarios.
La musicalización se compone de pasajes acompañados de piezas clásicas solemnes y en otros momentos, cuando hay escenas eróticas con un toque picaresco que indudablemente le dan el debido ritmo al film. En realidad la musicalización está a cargo del gran director Ennio Morricone.
Como se dijo al comienzo, de trasfondo el fascismo, como si todos los desquiciamientos de los protagonistas hablaran entre líneas de los desquiciamientos del fascismo. No se…
Es en medio de esta orquestación de elementos en donde el espectador se duele, se fascina pues lo erótico está bien presentado, es insinuante y provocador.
Se puede decir que los senderos del erotismo pasan por las facetas de la vida en donde hallan lugares a veces escabrosos, pero que a pesar de todo se recorren con placer, tal vez porque en realidad lo dionisiaco sea más fuerte que lo apolíneo. Es algo tan inusual, como si en algún momento hundiéramos la mano en el agua y sintiéramos su fuerza, dejando que nos salpique, mientras nuestra imaginación transformara estas sensaciones en escenas eróticas al margen de la experiencia real que estemos viviendo. Si ven la cinta (o la han visto) lo comprenderán.
GALERÍA:
ENLACES/FUENTES:
http://www.cine-clasico.com/foros/viewt ... 58&start=0
http://www.rarovhs.com.ar/2010/08/la-ch ... llave.html
http://www.taringa.net/posts/videos/107 ... hots_.html
http://xrated-laberinto.blogspot.com.ar ... hiave.html
http://www.vintage-erotica-forum.com/t8064-stefania-sandrelli.html
http://www.bledicola.com/risultati.php?celeb=Stefania%20Sandrelli
http://www.italiandreams.info/celebs_gallery.php?celeb=Stefania_Sandrelli&dis1=Una-donna-allo-specchio_1984
A los 15 años gana un concurso de belleza organizado en su ciudad natal con una serie de fotografías tomadas en la playa, en 1961 debuta en cine con un papel secundario en “Il federale” de Luciano Salce y Pietro Germi le ofrece el personaje de Angela en “Divorcio a la italiana (Divorzio all’italiana)”. En esta primera fase de su carrera afina su imagen de mujer joven que oscila entre la ingenuidad y la malicia. Lo vemos sobre todo en “Seducida y abandonada (Sedotta e abbandonata)” (1964), amarga comedia de Pietro Germi ambientada en Sicilia, mientras que en “Yo la conocía bien (Io la conoscevo bene)” (1965) de Antonio Pietrangeli Stefania nos brinda una prueba de dolorosa intensidad con su genial interpretación de Adriana Astarelli, una joven destinada a "quemarse" en la búsqueda espasmódica del éxito.
De aquí en adelante se suceden varias películas interesantes aunque no memorables, entre las que recordamos “L’immorale” de Pietro Germi (1967), dos años más tarde, “L’amante di Gramigna” de Carlo Lizzani, y por sobre todas las cosas, “El conformista” (1970) de Bernardo Bertolucci, en la que interpreta a Giulia, la mujer del protagonista; “Una mujer y tres hombres (C’eravamo tanto amati)” (1974) de Ettore Scola en la que recordamos la figura atormentada de Luciana, y “La terraza (La terrazza)” (1979), también de Scola.
Al producirse un punto muerto profesional Stefania se inclina hacia el cine erótico: esta intuición se demuestra ganadora en películas de éxito como “La chiave” (1983) de Tinto Brass, gracias a la que reconquista la notoriedad, “Una donna allo specchio” (1984) de P. Quaregna; y “L’attenzione” (1985) de Giovanni Soldati), desde el que vira hacia personajes más sensibles pero igualmente acertados como los de “Speriamo che sia femmina” (1986) de Monicelli, la matrona omnipresente de “La familia (La famiglia)” (1987) de Scola y la madre dulcísima de “Mignon è partita” (1988) de Francesca Archibugi.
A través de los años no ha dejado de ser una de las figuras femeninas más dúctiles y mejor dotadas del cine italiano de las últimas décadas.
La Chiave es la obra maestra erótica por excelencia de Tinto Brass.
El guión del mismo Brass adapta la novela del gran escritor japonés Junichiro Tanizaki, que a su vez ya había sido adaptado al cine en 1959 de la mano de Kon Ichikawa. Y sí, la película japonesa es extraordinaria y no tiene ni punto de comparación con esta... Pero qué quieren que les diga, yo me quedo con las carnes desbordantes de la Stefania Sandrelli, los toques de picaresca italiana, sus ingenuas pretensiones sociales y artísticas, y sus aciertos, que en este caso no son pocos y que se centran en la pareja protagónica y la relación erótica que desarrollan con buenos tiempos y actuaciones dignas, más allá de las capas de doblaje a las que se somete el film por las nacionalidades diversas de sus actores y por la copia doblada que en este caso estamos ofreciendo.
Nuevamente tenemos un recorrido por las obsesiones fílmicas del italiano, la exuberancia femenina, los espejos, la infidelidad, los celos como fuente de excitación... Y como no podía faltar, momentos en que la protagonista se levanta las faldas para orinar.
Comentario de SerCine (Colombia)
El film “La Llave” producida por Tinto Brass y basada en la novela "Kagi" del escritor japonés Junichirô Tanizaki, plantea la trama del juego erótico de una pareja madura, Teresa y Nino, inmersos en la Italia de comienzos del fascismo y los días anteriores a la guerra, en el ambiente de la gran sociedad que rodea al Duce. En este juego participan de manera complementaria y accidental la hija de estos y su novio; pero ambos resultarán implicados en los vaivenes y circunstancias de esta experiencia erótica.
Es el juego de intimidades en conflicto, en que cada actor asume su papel para producir este drama matizado de cierto silencio, de angustia y de pasión tormentosa. Pasión desquiciada, pero que emerge a través de planos y secuencias que alejan a la historia de la pueril y lo grotesco. Ambiente oscuro propio de la intimidad y de lo erótico, colores rojos, luces potentes en las escenas que buscan destacar el cuerpo desnudo de Teresa o con un traje que se levanta y le descubre en forma fugaz, o de su esposo o su amante. Es interesante el proceso que sufre Teresa a través de la cinta: una mujer en principio con un gran recato por su desnudez y un esposo que busca su cuerpo desnudo con avidez, ella irá dejando a un lado su recato y su pasión se extenderá más allá de su pareja y a su vez su esposo encontrará en esta situación un medio para satisfacer su desbordada y extraña pasión.
Los diarios son otro elemento interesante de la trama pues en ellos cada uno revela sus secretos, con la intención de que el otro los conozca, hablar a través de estos de lo que no se atreven a decir: su lectura por parte de los personajes en momentos ubicados con cierta regularidad va haciendo que se produzca el suspenso, van descubriendo su vida ante el otro, allí la hija entrará como lectora insólita de estos diarios.
La musicalización se compone de pasajes acompañados de piezas clásicas solemnes y en otros momentos, cuando hay escenas eróticas con un toque picaresco que indudablemente le dan el debido ritmo al film. En realidad la musicalización está a cargo del gran director Ennio Morricone.
Como se dijo al comienzo, de trasfondo el fascismo, como si todos los desquiciamientos de los protagonistas hablaran entre líneas de los desquiciamientos del fascismo. No se…
Es en medio de esta orquestación de elementos en donde el espectador se duele, se fascina pues lo erótico está bien presentado, es insinuante y provocador.
Se puede decir que los senderos del erotismo pasan por las facetas de la vida en donde hallan lugares a veces escabrosos, pero que a pesar de todo se recorren con placer, tal vez porque en realidad lo dionisiaco sea más fuerte que lo apolíneo. Es algo tan inusual, como si en algún momento hundiéramos la mano en el agua y sintiéramos su fuerza, dejando que nos salpique, mientras nuestra imaginación transformara estas sensaciones en escenas eróticas al margen de la experiencia real que estemos viviendo. Si ven la cinta (o la han visto) lo comprenderán.
GALERÍA:
ENLACES/FUENTES:
http://www.cine-clasico.com/foros/viewt ... 58&start=0
http://www.rarovhs.com.ar/2010/08/la-ch ... llave.html
http://www.taringa.net/posts/videos/107 ... hots_.html
http://xrated-laberinto.blogspot.com.ar ... hiave.html
http://www.vintage-erotica-forum.com/t8064-stefania-sandrelli.html
http://www.bledicola.com/risultati.php?celeb=Stefania%20Sandrelli
http://www.italiandreams.info/celebs_gallery.php?celeb=Stefania_Sandrelli&dis1=Una-donna-allo-specchio_1984
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